Lara Álvarez relata el acoso escolar que sufrió con nueve años: «Recibí balonazos, un día me tiraron piedras y otro me pegaron un chicle en el pelo»

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Lara Álvarez, en la presentación de la nueva colección de la firma Carmela
Lara Álvarez, en la presentación de la nueva colección de la firma Carmela

La periodista asturiana cuenta su experiencia con el «bullying», cuáles fueron sus sentimientos y temores, y recuerda quién fue la persona que más la ayudó además de sus padres: «En el momento en el que das un golpe en la mesa la cosa cambia»

02 may 2024 . Actualizado a las 18:14 h.

El acoso escolar es un problema al que empezó a reconocerse su gravedad en la última década, cuando se acuñó el término «bullying» y las víctimas pusieron nombre a sus experiencias dentro del colegio. Sin embargo, esto siempre ocurrió y así lo publica en el Día Internacional contra el acoso escolar Lara Álvarez, una de las asturianas más conocidas de la televisión, que sufrió agresiones verbales y físicas de sus compañeros de clase hace 19 años.

La periodista compartió su experiencia para el proyecto «Educando contra el Bullying» de la Fundación Colacao en una entrevista en la que se mostró nerviosa y emocionada. En el primer adelanto que publicaron en sus redes sociales el día 1 de mayo, se podía intuir que la historia de la asturiana dentro de las aulas no es algo que le fuese fácil recordar, ya que al comenzar la entrevista confiesa que la noche anterior «no dormí nada».

Durante su testimonio, Lara relata que todos sus compañeros de clase dejaron de hablarle tras un concurso en el que participó con 9 años y quedó segunda: «Llegué con el premio para compartilo con todos ellos y mi compañero de mesa me dijo que no le hablase porque le iba a buscar un problema». La asturiana explica también que ese día llegó triste a casa y sin comprender «que había hecho mal», y decidió no contar la situación a sus padres.

Sin poder evitar las lágrimas continúa relatando que no cesó el vacío que le hicieron, de hecho se incrementó al maltrato físico: «En el patio del colegio recibí balonazos, un día me tiraron piedras y otro me pegaron un chicle en el pelo». Un hecho que se volvió rutina fue que la persiguiesen hasta casa a la vez que la insultaban: «Con 9 años yo pensaba que en algún momento se cansarán, ahora me toca a mi pero pararán», confiesa.

La celebridad televisiva cuenta que hubo un momento en el que se encontraba encerrada en el baño tras enterarse accidentalmente de un problema familiar. En ese momento, una compañera se preocupa por las lágrimas de Lara y aprovecha la ocasión para reconocer su acoso, pedirle perdón y proponerle «a hacer las paces», recuerda. «Aunque toda la clase dejase de hablarme, eran solo dos las que empezaron con todo esto», recalca la asturiana mientras asegura que este contexto es común, son pocas las personas que activamente acosa, pero provocan que el resto observen pasivamente

Lara decide confesarle el problema familiar y su acosadora lo grita en medio de la clase, a la vez que amenaza con contarle a su madre que su hija lo hizo público: «Ahí el mundo se para», admite. A partir de ese momento, comienzan las llamadas amenazantes a su casa, recuerda que le decían que iban «a decir a mi madre que sabían lo que pasaba en mi casa». Fue por eso que sus padres alertan la situación y se preocupan: «Que suerte y que necesario poder hablar», asegura. La periodista confiesa que gracias a eso se dio cuenta de que «la salida estaba en todo lo contrario a lo que mis acosadores querían, que me aislase y me callase». 

Aprovecha la ocasión para aconsejar a personas que están viviendo algo similar que hablen y busquen adultos de referencia, además de recomendar a los padres «escuchar y comunicar sin juzgar». La solución que su madre encuentra en ese momento es aprovechar su cumpleaños y celebrarlo con toda la clase, pero menciona que «cuando llegó el día de mi cumpleaños no vino nadie».

 

Para el siguiente curso, Lara comienza en otro colegio con nuevos compañeros, pero una de sus acosadoras se encontraba en la misma clase: «Era como una pesadilla, me empezaron los ataques de ansiedad, los dolores de tripa y de cabeza», relata. Al día siguiente había tres chicas esperando a la puerta del colegio, a lo que Lara en ese momento se bloquea y se niega a bajar del coche de su madre: «No puedo enfrentarme a esto otra vez, no tengo fuerzas», recuerda. Para su suerte, el jefe de estudios del centro le dijo que desde el centro podrían «poner todos los medios y tomar medidas duras, pero hasta que no entiendas que el límite lo tienes que poner tú esto te va a perseguir toda la vida», asegura. Gracias a ello, la asturiana decidió enfrentar verbalmente a sus acosadoras: «En el momento en el que das un golpe en la mesa la cosa cambia».

Lara Álvarez confiesa que la única razón que la motiva a compartir su experiencia de acoso escolar es «intentar ayudar a entender que del «bullying» se sale aunque parezca que no hay manera de solucionarlo» y recuerda que cuando las víctimas de acoso escolar «descubren el mundo maravilloso que les rodea, más allá de los acosadores, te cambia la vida».