Clara Piquero, campeona de Europa 2024 de Rugby: «Me autotranquilizo repitiéndome 'sabes placar, sabes correr, eres buena'»
DEPORTES
La leona asturiana entró en el equipo nacional en 2022 y asegura que «para mi es mi prioridad», sin olvidar el club francés al que pertenece, el Lons Section Paloise. Además de sus logros deportivos, tiene dos ciclos formativos y está a media carrera de ser educadora social
01 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Clara Piquero, deportista de élite de Grases, en Villaviciosa, es una de las jugadoras que llevó el pasado 13 de abril a la Selección Femenina XV de Rugby de España a ser Campeonas de Europa 2024. Empezó en esta disciplina en 2014 «por probar, por hacer algo», como recuerda, y actualmente juega en el club francés Lons Section Paloise en Pau, localidad a la que se mudó en 2019 para continuar con su carrera deportiva. A largo plazo quiere ser educadora social, grado que está estudiando en la Universidad del País Vasco. Aun así tiene un objetivo deportivo claro, jugar el mundial de rugby como leona, y parece que a esta ala asturiana no hay carrera que se le escape. Por eso, en la final europea la nombraron la mejor jugadora, MVP —Most Valuable Player—, del partido.
—¿Cómo empezó en el rugbi?
—Antes hacía béisbol, desde sexto de primaria, pero me aburrí porque no había competiciones y solo entrenamos, y yo quería hacer un deporte de contacto. Mi hermano se había apuntado a rugby y mi padre me animó a hacerlo yo también . Empecé en el Gijón en 2014.
—Después de 10 años de trayectoria, ¿en cuántos equipos estuvo?
—Estuve en el Gijón Rugby Club, en el Salvador de Valladolid, en el ASB de Bayona, ese fue el primero en el que estuve en Francia, y ahora estoy en el Lons Section Paloise en Pau, una región a una hora de Biarritz.
—¿Cuánto lleva con la Selección XV Femenina?
—Con la selección XV llevo desde 2022. En rugby hay dos modalidades, además de la mía está la selección 7. Yo gané el Campeonato Europeo con España XV. La diferencia es el número de personas que juegan en el equipo, porque las reglas son muy parecidas. Mi debut fue el 19 de febrero de 2022 contra Países Bajos.
—¿Cómo son los entrenamientos con la Selección Femenina?
—Eso depende, hay veces que lo hacemos en Madrid, otras en Alicante y, por ejemplo, esta última vez fue entre Valladolid y Sant Cugat. Varía un poco dependiendo de quien lo financie, de los convenios, es decir, donde haya más facilidades.
—¿Dónde ganaron?
—Tuvimos tres partidos, jugamos el primero en Sant Cugat contra Portugal, el segundo fue en Holanda y el tercero en Suecia, en Trelleborgs, la final que ganamos.
—Respecto al día de la final del Campeonato de Europa de Rugby XV, ¿cómo fue jugar ese partido?
—Fue en Trelleborgs el 13 de abril a las 15.00 horas, jugamos contra Suecia. No pudo ir nadie de mi familia a verme. Ganamos 0-53, pero hubo muchos nervios, claramente, era una final, aunque una vez haces la primera toma de contacto te metes en el contexto del partido y solo te importa eso. Fue muy bueno, de hecho me nombraron la mejor jugadora, MVP -Most Valuable Player-, del partido.
—¿Cómo gestiona estar en un equipo y en una selección?
—La selección cuadra los calendarios para que no pille con la liga y las chicas no perdamos partidos con nuestro equipo. Eso en España está bien organizado, pero en Francia no hay mucha comunicación y no tienen muy en cuenta el calendario, entonces cuando me pilla concentración con la selección voy con ellas, porque para mi es mi prioridad, y cuando no estoy con el equipo. Si se solapan partidos importantes, como por ejemplo, tienes la final de tu equipo y tienes un partido con la selección, pues se trata de llegar a un acuerdo entre las dos partes para saber qué hace la jugadora.
—¿Cuál fue el proceso para terminar formando parte de la selección española?
—Te buscan o llaman ellos. Hay dos maneras, si son categorías inferiores como la sub18, como me pasó a mi. Yo empecé con la selección porque fui a un campus de alto rendimiento que hace la federación y ahí los entrenadores, muchas veces son seleccionadores de categorías inferiores y ahí te ven. En las categorías absolutas te ven en los partidos y te llaman.
—Habrá jugado en muchas ciudades y muchos campos. ¿Dónde le sorprendió más jugar?
—En Escocia me gustó mucho jugar por el campo. Tambien fue una pasada, y por el viaje en sí, en Nueva Zelanda, yo aluciné, no se parecía nada a lo que había visto antes. Además, en ese caso visitamos, hay veces que solo voy a jugar, pero eso depende un poco de muchas cosas. Cuando hice la gira por Sudáfrica, estuve en Johannesburgo que tiene un estadio increíble y uno de los más emblemáticos de todo el rugbi, ahí como fuimos 15 días tuvimos tiempo para hacer turismo, pero normalmente no lo hacemos.
—¿Los viajes están financiados?
—Sí, lo paga todo la federación, pero hay equipos que se lo pagan ellas. El mes pasado estuvimos en un training camp, que son entrenamientos con otras selecciones, y uno lo hicimos con Canadá y las chicas se lo tuvieron que pagar ellas, la federación sólo pagó el traslado.
—¿Físicamente lleva algún mantenimiento?
—Entreno todos los días, entre las sesiones del gimnasio, los entrenamientos de campo y los partidos. En cuanto a la alimentación, este año empecé con un nutricionista con el club y nos miran un poco más la alimentación, pero no sigo ninguna dieta estricta. Igualmente, intento cuidar lo que como, pero si me apetece algo en concreto, lo como.
—¿Ha tenido alguna lesión grave?
—Sí, una vez me rompí el peroné y antes ya me había roto el menisco. Me operé de las dos.
—Dejando a un lado la profesión, ¿qué es el deporte en su vida?
—Ahora mismo podría decir que es todo, mi vida gira en torno a jugar al rugby. Estoy en otro país, planteo mi vida en función a mi objetivo que es ir al mundial el año que viene, entonces todo lo hago por eso, que al final es un fin deportivo. Yo actualmente vivo en un pueblo, tengo más de una hora de viaje para ir a entrenar y no me importa.
—Aparte del rugby, ¿hace algo más?
—Sí, estudio y trabajo. Tengo el ciclo formativo de TAFAD (Técnico Superior en Animaciones Físicas y Deportivas), el ciclo de Educación Infantil y estoy estudiando ahora mismo la carrera de Educación Social en la UPV de Donostia, pero unicamente tengo que ir dos días a la semana este cuatrimestre y solo me quedan dos años. Y en cuanto al trabajo, soy la community manager de mi club. Mi pareja me dice: «no se como puedes estudiar, entrenar, trabajar y hacerte tantas horas de coche».
—¿Vive del deporte?
—Este año sí, como es previo al mundial y están las clasificaciones tenemos becas, antes cobramos por dietas y los días que estábamos de concentración. Pero hasta ahora viví manteniéndome yo. De todos modos, también me ayudaron mis padres al principio.
—¿Piensa dedicarse al rugby?
—A día de hoy no lo haría mi profesión, aunque actualmente me dedico a ello y me lo paso muy bien. Hay jugadoras que entran en la federación o se hacen entrenadoras, pero yo no, yo quiero ser educadora social.
—Con respecto a los nervios, que como menciona son normales antes de un partido, ¿cómo lo gestiona para que no le controlen?
—Intento hacer siempre lo mismo antes de los partidos, da igual si es con la selección o con el club. Lo hago para mentalizarme de que voy a jugar, para no romper los esquemas de la cabeza y focalizarme en lo que me toca. Trato de comer siempre lo mismo, algo que me sienta bien, siempre revuelto, si estamos en un hotel con queso y bacon y si hay algo dulce, eso siempre de postre. La mochila la hago el día del partido. Por otra parte, nunca escucho música para ir y me autotranquilizo repitiéndome a mi misma las cosas que sé hacer:«Sabes placar, sabes correr, eres buena», a mi todo esto me lo enseñó Kerman, mi pareja.
—Mencionó que es de Grases y vive en Pau, Francia desde 2019. ¿Cómo lleva vivir lejos de la familia y de su casa?
—Hombre, siempre tienes ganas de estar ahí. Pero lo llevo bien porque ellos lo entienden, me apoyan y siempre que pueden vienen a verme jugar, la última vez fueron a verme a Valladolid porque jugaba contra Sudáfrica, mi madre fue a Italia también para verme, mis primas y mi hermano fueron y volvieron en un mismo día desde Asturias a verme hasta Madrid. Pero siempre se echa de menos estar en casa, yo llevo desde navidades sin ir a Villaviciosa. Dentro de lo malo, yo estoy acompañada de mi pareja, pero hay otras que están solas y es más difícil así. Este año, por ejemplo, solo pude ir a mi casa el 24, 25 y el 31 de diciembre, el día de reyes yo estaba de concentración desde el día 1 de enero.
—¿Recuerda algún partido en especial, por haber sido muy malo o muy bueno?
—Muy malo recuerdo el de Sudáfrica allí, a nivel de equipo fue muy malo porque veníamos de cambio generacional, de entrenadores y éramos un equipo muy jóven y no nos sentíamos unidas, fue desastroso. Yo salí llorando, lo recuerdo porque hace un mes volvimos a jugar contra ellas y estuvimos a punto de ganarlas por dos puntos. Con el contraste de esos dos resultados, me di cuenta de que estábamos mejorando.
Y tengo muy buen recuerdo de uno en Madrid contra Sudáfrica y otro contra Estados Unidos, hacía tanto sol que me quemé con la marca del casco. Recuerdo que había muy buen ambiente entre nosotras y el público también estaba muy animado.
—Personal y profesionalmente, ¿qué objetivos a futuro tiene?
—Tenemos el mes que viene un partido para ver si subimos al Woman XV 2, tenemos que jugar el 29 contra el último equipo del Women's Six Nations. Si ganamos, jugaremos en el Woman XV 2 y creo que así nos clasificamos para el mundial. Por otro lado, acabar la carrera y dedicame a la educación social.
—¿Esperaba llegar a Campeona de Europa cuando empezó en el rugbi?
—Ni de broma, empecé por probar. No tenía pensado ni salir de Asturias, solo el hecho de irme a Valladolid fue alucinante para mi. Yo empecé por diversión y por hacer deporte.