Susana Barro, librera: «Nuestros chavales leen, el sector juvenil es el que más crece»

Carlos Portolés
Carlos Portolés REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA · Exclusivo suscriptores

OSCAR CELA

La librera y socia de El faro de los Tres Mundos, desmonta prejuicios y discursos catastrofistas reivindicando que nuestros niños y jóvenes sí que leen

24 abr 2024 . Actualizado a las 17:44 h.

Susana Barro es una de las socias de las librerías y jugueterías El Faro de los Tres Mundos. Los negocios de esta lucense, que empezó a leer con las colecciones de Agatha Christie que llevaba a casa su madre, se centran principalmente en literatura juvenil e infantil, un sector en constante crecimiento que supone una cuota muy importante del volumen de ventas total de las librerías en España. ¿Son nuestros jóvenes lectores empedernidos? Sobre esto ahonda ella como profesional del sector.

—La literatura infantil y juvenil se está vendiendo cada vez más. Esto parece contradecir algunos prejuicios. ¿Qué está sucediendo?

—Lo primero sería mirar a cómo está el mercado de compra de libros en España. Según un estudio de la Federación de Gremios de Editores de España, Casi un 70 % de la población española de más de 14 años lee. Esto contradice efectivamente ese discurso que se escucha tanto y que asegura que hemos dejado de leer por las redes y por las series. La realidad es que en España se lee. Otro dato, por cierto, es que según el estudio leen más las mujeres que los hombres. El mercado del libro funciona. Y también es verdad que el de la literatura infantil y juvenil es el sector que más resiste y que más crece. Una gran proporción de los libros que se publican cada año en España son de este tipo. Algunos liberías han pasado de tener una sección infantil y juvenil discreta a amplificarla e implementarla mucho más. 

—¿Y por qué sucede esto?

—Pues porque nuestros chavales leen. Así de claro. Lo que más se está vendiendo, guardando las proporciones del mercado, es la literatura infantil y juvenil. Nuestro niños leen bastante. Además, la llamada lectura compartida, que es en la que hay un mediador adulto que acompaña a un niño de menos de seis años, es algo que esté muy presente en la educación de muchos pequeños. Sin embargo, los datos de los informes Pisa en comprensión lectora no son buenos. Esto forma una especie de paradoja sobre la que habría que reflexionar. Pero lo que está claro es que la literatura infantil y juvenil está afianzada y que ya no es un subgénero, sino un género completo e independiente. Abarca todos los temas. Desde el thriller hasta la novela romántica pasando por el manga o el cómic. Y además tenemos en España editores muy válidos. Tanto las grandes casas como lo sellos más pequeños. 

—¿Qué tipo de libros están leyendo los jóvenes?

—Esta literatura se ha emancipado de la función instructiva que tenía antes. Ahora hay algunas obras más artísticasy reflexivas, con varias capas. Pero todo depende mucho de la franja de edad del lector. Para mí un lector es cualquiera que acceda al mundo del libro, independientemente de que sepa leer o no. Por eso incidio tanto en el concepto de lectura compartida. Intentar que desde muy pequeños se empapen. Los niños muy pequeñitos leerán primero, por ejemplo, libros manipulativos, con colores y formas. Luego, a partir de los 3 años, ya están los cuentos. Y los hay de todas las temáticas. Muchos de estos primeros libros son lo que yo llamo conductivistas. Ayudan al niño a gestionar situaciones con las que se encuentran. Como la llegada de un hermanito o el momento de dejar de usa parñales. Ahora también se están viendo más historias con protagonistas femeninas. Heroínas empoderadas. Entre los jóvenes triunfan bastante las sagas, donde la destacan las de fantasía y las dispopías. Las hay desde los 7 años hasta los dieciséis. 

—¿Hay algún factor más en este éxito?

—También creo que el éxito de ventas de esta literatura se ha visto claramente impulsado por los formatos del manga y el cómic. Es una tendencia mundial. En Estados Unidos, por ejemplo, el aumento de las ventas del cómic está contrastando con el descenso de las de los libros de narrativa. Y dcda vez más sellos se suman a la edición de manga (cómic japonés). Es un sector maduro y transversal que ha llegado para quedarse.

—¿Recuerdas con qué libros empezaste tú a leer?

—De niña me leí todos los de Agatha Christie. Mi madre siempre tuvo mucho interés porque nosotros fuéramos buenos lectores. Un día vino a casa con toda la colección de Christie, y yo recuerdo haber cogido el primero y haber ido en orden uno por uno. No teníamos la misma oferta entonces que ahora, claro. Ahora se pueden leer cantidades ingentes de títulos. 

—Mencionabas a tu madre como la persona que te introdujo en la lectura. ¿Cómo de importante crees que es la influencia paterna para inculcar el hábito de la lectura?

—Es fundamental, y es algo que sin duda hay que poner en negrita. La mediación lectora. Y no lo digo yo, es la conclusión de numerosos estudios. La escritora Begoña Oro dice que la lectura es la primera frustración que vive un ser humano es casi la atrancarse con la lectura. Por eso es esencial que el entorno del niño sirva de mediador. Ya desde la cuna se le puede dar al pequeño, por ejemplo, un libro de tela, porque, aunque no sepa leer, va a aprender a pasar las páginas. Observará lo que hay dentro y descubrirá algo. Si queremos que los jóvenes lean y sean capaces de entender razonamientos complejos, y no simplemente enunciados simples, lo que hace falta es tiempo y práctica.